
Aunque despreciado por la crítica de aquel entonces, el cine quinqui ha acabado convirtiéndose en un documento impagable que desentraña un momento vital muy definido en nuestra sociedad, que sigue resonando a día de hoy. La descripción que se hacía de los barrios marginales y sus habitantes, sí, era escandaloso y sensacionalista, pueril y escaso en cuanto a reflexión, pero también destila una verdad y un carisma que a día de hoy es imposible de reproducir.

Aunque en la actualidad parecía haber un revival del género, con cintas underground como Criando ratas, toda una cult movie estrenada directamente en YouTube, o intentos más o menos loables como Las leyes de la frontera, si se está interesado en el cine quinqui lo mejor es, como siempre, acudir a los originales.
Y si en esas estamos, podemos agradecer que exista una plataforma como FlixOlé, en cuyo catálogo podemos encontrar clásicos del cine quinqui como Navajeros, Colegas, Deprisa deprisa, El pico o El Lute. Ahora llega a su catálogo una de las trilogías más conocidas del cine quinqui nacional: Perros callejeros, Perros callejeros II y Los últimos golpes del Torete (Perros callejeros III).

Perros callejeros, la original, cuenta la historia de una pandilla de chavales que malvive en un barrio marginal de Barcelona y que se ha especializado en robar coches y pegar tirones, asaltar tiendas y robar a las parejas. De vez en cuando, son interceptados por la policía, aunque ellos, diestros conductores, son capaces de zafarse de todos ellos. Uno de los chavales es el mítico Torete, figura icónica de la historia criminal de nuestro país junto a otros como El Vaquilla o El Lute.
Perros callejeros II nos devuelve a Torete, acusado ahora de asesinato por un policía que lo odia, ya que aquel lo dejó cojo tras un atropello. Ayudado por sus amigos, El Torete puede aportar una coartada, pero mientras está en la cárcel de La Modelo sufre las consecuencias de un motín, quedando malherido.
Los últimos golpes de El Torete nos lleva de nuevo a nuestro delincuente favorito, que tras escapar de la cárcel roba un banco, con tal mala suerte que coincide en el atraco con El Vaquilla, teniendo que repartir a medias el botín. La policía no cesará en su empeño para darles caza, a la vez que una periodista que intentará redimirlos.
Qué buen plan para este fin de semana la trilogía de Perros callejeros: persecuciones en un Seat Ritmo, mucha rumba, tirones de bolsos y un poco de violencia gratuita. ¿Quién da más?