Seguramente si vas a un parque Disney salgas recordando el rato que pasaste con Pluto, la atracción de Guardianes de la Galaxia, el castillo de La Bella Durmiente o aquella comilona que te diste en el restaurante de Goofy. Pero lo que seguro que no recordarás nunca son las estructuras, las farolas o las papeleras. Y hay un motivo para ello, más allá de que -obviamente- son elementos que uno da por hecho en un sitio como este: Disneyland las ha pintado de un color especial para que no las mires directamente: el "go away green".

¡Elphaba, no mires!
Ya lo cantaba Kermit (o Gustavo, según la edad que tengas): no es fácil ser verde. Y menos aún en un sitio como Disneyland, porque son capaces de ocultar a plena vista todo lo que no quieren que veas simplemente pintándolo de un color apagado y que el ojo humano no registra como "importante". Lugares como vallas, cobertizos o sitios no accesibles por el público tienen incorporado un tipo de verde creado exclusivamente para los parques Disney y que no captará tu atención.
La lógica es la misma que la del camuflaje: no llama la atención, los visitantes pasan de aquello revestido del "go away green" y se fijan en lo que Disney quiere que realmente vean. De hecho, hicieron una investigación hasta llegar a la conclusión de que este, y no otro, es el color que menos atrae a la gente y, por tanto, el perfecto para que el cerebro no registre puertas e incluso edificios al completo.

En algunos casos, y depende de la zona, puede tener otras tonalidades para ajustarse al color general (hay quien dice que ha visto lo mismo pero en gris), pero el concepto es el mismo: esta parte es aburrida, aquí no entres, ¿has ido ya a Piratas del Caribe? Pura genialidad.