El Indiana Jones de Guy Ritchie
por Sara HerediaA lo largo de las dos horas que dura La fuente de la eterna juventud hay una indudable sensación de que todos los involucrados en el proyecto están haciendo la película que les hubiese gustado ver de niños. Como espectadora, también existe ese sentimiento, pero está ligado a la aceptación de que la cinta no deja de ser un entretenimiento de 'streaming' fácilmente olvidable una semana después.
Y posiblemente no es lo que AppleTV+, financiadora de esta producción, estuviese buscando. El estudio lleva años fichando a los más grandes -Tom Hanks, George Clooney, Brad Pitt- para agrandar su catálogo, pero ha tenido muy poca suerte en el terreno cinematográfico. Su estreno más destacado posiblemente sea El abismo secreto, con Miles Teller y Anya Taylor Joy, que batió récords. Se está dejando un pastizal en convertirse la plataforma de referencia en cuanto a calidad sin que aún se haya materializado -cabe decir que en las series sí tiene cierta reputación con títulos como Separación, Silo o The Studio-. La fuente de la eterna juventud es su nuevo intento, una cinta de aventuras entretenida con mucho espíritu del cine de los 80 y 90 que falla en su tramo final.
Para esta producción Apple ha contado con Guy Ritchie como director. Ritchie es más que conocido por su cine de acción como Lock & Stock (1998) o Snatch, cerdos y diamantes (2000), pero hace ya tiempo que empezó a probar suerte en el terreno familiar. En 2019 se encargó de la denostada versión de acción real de Aladdin y, ¿contamos las dos partes del Sherlock Holmes de Robert Downey Jr. como entretenimiento para padre e hijos?
Siguiendo el estilo del estudio de rodearse de estrellas, en el reparto principal encontramos a John Krasinski y Natalie Portman, dos hermanos que crecieron escuchando las historias de búsqueda de tesoros de su padre y que ahora se embarcan en una misión imposible de encontrar la fuente de la eterna juventud.
La primera parte de la cinta realmente consigue cautivar al espectador con sus acertijos, sus viajes por el mundo y el carisma de los protagonistas, especialmente de Krasinski, quien contará para siempre con el apoyo de las personas que le descubrieron en The Office -una servidora-. A favor también las impresionantes escenas de acción en las que participa todo el elenco, incluida una Eiza González que entretiene a base de tortazos. Todo bien por este lado.
Sin embargo, la película se derrumba en su tramo final al presentar a un malo demasiado predecible y al tirar de efectos visuales baratos. Una pena que esta aventura tan entrañable que podría haber funcionado mejor quede empañada por una mala resolución.